jueves, 4 de octubre de 2012

Pisapapeles de cristal

A veces objetos que se crearon con carácter puramente funcional, acaban siendo objetos valorados por su belleza.  Es entonces cuando al ser apreciados por sus cualidades estéticas, dejan de lado la función primordial para la que fueron fabricados.  Esto es lo que ocurrió con los pisapapeles.

En una etapa en la que la incipiente industrialización empezaba a generar documentos que a veces “quedaban” sobre las mesas, y ante el peligro de que éstos se perdieran, hicieron acto de presencia los pisapapeles. Éstos, en un origen bastante rudimentarios, darían paso aproximadamente a mediados del siglo XIX a pequeñas obras de arte que adornaban los escritorios.

Aunque parece ser que su origen está en las fábricas venecianas de Murano en torno a 1840, tres fabricantes franceses dominaron el mercado rápidamente en estas fechas. Fueron  Baccarat, Saint Louis y Clichy que estarían dentro del periodo clásico (1840-1880). Los pisapapeles franceses de estas fechas son los más buscados por los coleccionistas. Hoy es posible encontrarlos valorados en torno a 200 euros para los diseños más simples, llegando a los mil euros los modelos más complejos. También hay pisapapeles ingleses y americanos muy apreciados de esta etapa.

El tipo más popular y que alguna vez hemos visto aunque sea paseando por El Corte Inglés, es el conocido como millefiori. Esta técnica consiste en juntar varillas de cristales de diferentes colores, calentarlas luego y sacarlas para hacer varas delgadas de muchos colores. Vistas desde el extremo, estas varas parecen flores. Al cortar en trozo estas varas se pueden conseguir muchas de estas flores. Después se sujetan con cuidado y se coloca la cúpula de cristal transparente, que tiene el efecto de aumentar el dibujo. Algunos conoceréis ésta técnica también si habéis intentado hacer algún abalorio en fimo.




A veces, en esas varas se puede conseguir información sobre alguna fecha o inicial que nos dé alguna de pista acerca de qué tipo de pieza estamos observando, ya que es frecuente que se firmen o fechen así. En la foto anterior vemos la típica rosa de un pisapapeles de Clichy.  

Otras veces aparecen pequeñas siluetas de animales. No dejes pasar un pisapapeles con uno de estos dibujitos, ya que son muy perseguidos por coleccionistas!
 
Otros pisapapeles buscados por coleccionistas son aquellos con la técnica del sulfuro. Consiste en encapsular un pequeño retrato realizado a partir de material blanco como porcelana.




Ya en el siglo XX merece la pena citar los pisapapeles del diseñador de origen español Paul Ysart. Sus pisapapeles están cada vez más cotizados y produjo algunos de los mejores pisapapeles de Gran Bretaña en la década de 1960-70. Os dejo aquí un ejemplo muy original que salió a subasta en Christie´s y llegó a alcanzar como precio de remate unos 6.100 euros en el año 2003.




No hay comentarios:

Publicar un comentario