lunes, 28 de enero de 2013

Caramelos Pez. Esos que te ponen a pie de caja para que a los niños se les antoje

Aunque es más popular el dispensador que el propio caramelo, toda la historia empezó en el año 1927, por el empeño del austríaco Edward Haas III en fabricar unos caramelos de menta que fueran una alternativa al deseo de fumar. Por esta razón, pronto se pusieron de moda.

Su nombre se debe a que Edward cogió la primera, media y última letra de la palabra alemana PfeffEerminZ, que significa menta en alemán. Si se hubiera quedado con el nombre tal y como era probablemente muy poca gente podría pronunciarlo.

En 1948 se diseñó el primer dispensador. Los primeros dispensadores tenían forma de encendedor, haciendo alusión a que eran un sustituto del tabaco. Uno de los modelos sería éste que os dejo aquí:

La incorporación de las cabezas a los dispensadores se produjo con un cambio en la estrategia comercial en los años 50.  Etapa en la que Pez llegó a Estados Unidos. Es entonces cuando se enfoca más a los niños y se incluyen junto a las cabezas de personajes populares, los sabores frutales del caramelo.

A lo largo de la historia se han fabricado más de 300 cabezas diferentes. Esta variedad puede dar muestra de la popularidad de Pez. Han aparecido series de personajes Disney, de Los Pitufos, de Garfield, Los Picapiedra…

En torno a 35 dispensadores se publican cada año. Además de los famosos dibujos animados, se suelen hacer series con motivos de Navidad, Halloween o Pascua.

En los años 60 la compañía creó su propia línea de personajes llamados PezPals probablemente cansados de tener que pagar tasas a los creadores de los dibujos animados.

Uno de los dispensadores más codiciados es el llamado Make-a-Face Pez, consistía en una especia de cabeza de Míster Potato en miniatura. Venía con partes de la cara intercambiables. Se introdujo en el mercado en los años 70, y  lo retiraron meses más tarde por cuestiones de seguridad. Ese dispensador que costaría 25 centavos puede alcanzar en la actualidad unos 3.700 euros.



En los años 80 empezó la Pezmanía, y comenzaron a surgir coleccionistas a la caza de los modelos más extraños. He encontrado en internet a uno de los mayores coleccionistas, su nombre es Ron Hood y parece tener más de 3000 modelos diferentes. Si queréis visitar su blog, donde aparece incluso un dispensador con su cara, podéis pinchar aquí.
 Es muy fácil encontrar muchas páginas web y revistas dedicadas al coleccionismo de los dispensadores. Incluso existen convenciones anuales de coleccionistas  en Cleveland, Los Ángeles y St. Louis.
 
No podía dejar pasar una anécdota más relacionada con Pez. La mujer del fundador de Ebay, Pierre Omidyar, gran coleccionista Pez, quería encontrar una web online en la que poder intercambiar figuras de la marca. Al parecer tras el éxito de la web, Omidyar decidió fundar Ebay en septiembre de 1995.

Por último, os dejo foto de mi única pieza de colección Pez… No sé mucho del personaje de dibujo animado, pero es el que pude encontrar en Mercadona el día que decidí escribir este post! 


Ah, y os dejo el enlace de la web oficial donde podéis ver los dispensadores previstos para 2013 y los que están según ellos en el Salón de la Fama.

viernes, 4 de enero de 2013

Tarjetas de Navidad. Cuando la felicitación te llega vía postal.

Y bien, antes de que terminen las vacaciones navideñas, para quien las tenga, os voy a contar un poco sobre tarjetas de Navidad.

Aunque cada vez es menos frecuente recibir una tarjeta navideña, con excepción de las que manda el Corte Inglés y alguno más que no nos quiere perder como cliente; hubo un tiempo en el que estuvo muy de moda el recibir esos entrañables recordatorios que te decían estoy aquí, me acuerdo de ti y te deseo felices fiestas. Hoy en día los recibimos por email. Para mi gusto prefiero los primeros ya que los de internet dejan de ser personales y además puede que incluso recibas unas cuantas veces el mismo… pero vamos.. que al final es el que mandamos todos porque no le dedicamos tiempo a este menester navideño.

Sin embargo, en países como Reino Unido, esta tradición sigue en pie. De hecho, aunque suene triste, la única tarjeta navideña que hemos recibido este año ha sido de una chica inglesa. Y claro, algo tiene que ver seguramente que la tradición siga allí en pie, con el hecho de que Sir Henry Cole, fundador del londinense Museo Victoria & Albert, sea la persona a la que se atribuye el envío de la primera tarjeta navideña en el año 1843.

Se imprimieron en torno a mil tarjetas, de las cuales sobreviven unas doce. En el año 2001 una de ellas fue subastada, y llegó a alcanzar una cifra en torno a los 28.000 euros.  Aquí podéis ver la tarjeta. Como anécdota os cuento que la impresión no estuvo exenta de polémica ya que aparecía un niño bebiendo vino y eso escandalizó a la sociedad del momento.





La tarjeta muestra una escena dividida en tres paneles.  En el panel central podemos ver una escena familiar en la que los personajes aparecen bebiendo vino, y a ambos lados, escenas de caridad donde se les da comida y vestimenta a gente necesitada.

La tarjeta fue diseñada por John C. Horsley. Se trataba de litografías que luego iban coloreadas a mano.

La impresión generalizada de tarjetas de Navidad se inició en la década de 1860, cuando mediante un proceso de impresión a color, se bajó el coste de fabricación y el precio. En consecuencia, la costumbre de enviar felicitaciones navideñas se extendió cada vez más.

Y éste ha sido mi post navideño.  No estaría mal que para 2013, recibiéramos cada uno una tarjeta navideña como la que os he descrito antes, eh? Disfrutad de los Reyes y Feliz Año Nuevo.